arquitectura urbana. En este siglo las ciudades crecen vertiginosamente. Londres, por ejemplo, pasa de un millón de habitantes a finales del XVIII a casi dos millones y medio en 1841. Además, nacen nuevos núcleos urbanos en lugares situados cerca de las fuentes de energía o de materias primas para la industria. La revolución industrial iniciada en el siglo XVIII en Inglaterra se difunde a Europa y a los Estados Unidos de América. La industrialización crea la necesidad de construir edificios de un nuevo tipo (fábricas, estaciones de ferrocarril, viviendas, etc.) y demanda que éstos sean baratos y de rápida construcción; al mismo tiempo aporta soluciones técnicas a las nuevas necesidades. Por esta razón, desde el siglo XIX, la arquitectura y el urbanismo van indisolublemente ligados a la industrialización. | |
Sin embargo, no se puede hablar de uniformidad en los estilos y las soluciones arquitectónicas y urbanísticas, sólo de algunas constantes: tecnificación de las soluciones, empleo de nuevos materiales como el hierro colado, vidrio, cemento -éste a finales de siglo- y tendencia al funcionalismo. Al lado de estos datos que reflejan el empuje de la "modernidad", hay que recordar que la nueva realidad no es del gusto de todos y, frente al triunfo del maquinismo y de la técnica, se elevan las voces que reclaman un retorno al orden anterior. En arquitectura estas reivindicaciones se concretarán en los estilos revival
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miércoles, 15 de octubre de 2014
Arqutectura del Siglo XIX
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